Sistemas de Juego
Se pueden denominar sistemas de juego a los procedimientos que cada uno emplea habitualmente a la hora de jugar al póquer en busca de ligar la jugada deseada, aunque el sistema de juego en el póker queda claro que es siempre el mismo: descartarse de los naipes inútiles, en busca de los necesarios para la jugada.
Pero dentro de esa norma general, existen muchas modalidades, hay quienes cuando se juega por el procedimiento más habitual en los casinos, que es el antes mencionado, de dar dos cartas previamente a cada jugador, esperar la primera apuesta y recibir luego las tres restantes, que por ejemplo se lanza a una escalera contando solamente con un diez, y una K, por jemplo.
Este es un sistema arriesgado ya que entre otras hay que coger la J y la Q inevitablemente, para poder alcanzar esa jugada. En cambio, sí se puede considerar un proyecto a esas alturas, aunque débil, el disponer de una Q y una K, o de un ocho y un nueve, por ejemplo. Entonces, son muchos los que pasan, prudentemente, absteniéndose de envite alguno, pero también muchos los que apuestan, contando con el proyecto de escalera, que puede ser real o simple, según el color de los dos naipes iniciales.
Por otro lado, siguiendo con sistemas de juego en el póker, sí es excelente, por ejemplo, recibir una pareja en las dos primeras cartas. Eso ya es el posible inicio de un trío, de dobles parejas e incluso de un full o de un póker, si hay suerte en las tres cartas siguientes. De todas maneras también existirán siempre jugadores que consideren esa pareja como un débil inicio para cualquier jugada importante, y se reserven a la espera de futuros acontecimientos. Eso demuestra que las cartas, aun siendo decisivas, muchas veces dependen del espíritu de su poseedor.
Si se juega con cinco naipes ya de inicio (las que habitualmente se hace en partidas de amigos o conocidos) las alternativas cambian bastante, porque uno sabe ya, al hacer la primera postura, con qué posibilidades reales cuenta, de cara al descarte. Allí la prudencia suele extremarse cuando se cuenta solamente con una pareja o un simple proyecto de escalera. Pero la audacia se hace presente si observa en su mano un trío, un full o una escalera hecha. Recurde lo dicho acerca sobre los descartes con tríos o póker, para desorientar al contrario. Sin embargo, es obvio que con full o escalera hechas, no tendrá más remedio que ir servido, revelando así a los adversarios que lleva jugada.
Ahí existe siempre la duda conocida como “farol”. ¿Que sucede si el que se declara “servido” solo lleva una pareja o dos, o no lleva nada? Usted con una buena jugada, puede picar y tirar los naipes ante un envite fuerte. Y si acepta esa apuesta, si no la reenvida, descubrirá el farol, al tener que mostrar el adversario sus cartas forzosamente. Pero al reenvidar le permite que las tire, pasando, y no sabrá en verdad si faroleó o su jugada no le permitía ser demasiado valiente.
En definitiva los sistemas de juego son infinitos, y dependen tanto de las cartas que sirven como del temperamento del adversario, e incluso del propio. Hay quienes con una K y un as, pide tres cartas. Es una persona audaz, que espera poder ligar dobles parejas bien altas, o un trío de cualquiera de ellas, o incluso, con mucha suerte, un posible póker de una o de otra. Lo frecuente es que, como máximo, ligue una pareja e incluso dos, pero no mucho más. Sin embargo, nadie puede asegurar nada. Los más valientes en este juego de azar como el poker , o lo pierden todo, o ganan sumas cuantiosas. Y no siempre por la suerte. El póquer es un juego de enviazarte, el azar es algo secundario. Si no siempre, en la mayoría de las veces.
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